Por Paola Galano
La sonoridad de las traducciones hispanas de ciclos emblemáticos como Los Beverly Ricos, Bonanza, La Familia Ingals, Los Locos Adams, Los Tres Chiflados, de muchísimos westerns y hasta de El Chavo se convirtió en un material de enorme riqueza para Mariana Bustinza, Tomás Cutler y Gabriel Gavila, lo integrantes del grupo Improvisa2.
El trío, especializado en la disciplina de la improvisación teatral, utiliza cientos de fragmentos de esas series para dar vida a “Dillinger”, su primera obra de texto, que sube a escena todos los lunes y sábados en la sala Melany del Radio City.
Es una típica historia de un ladrón norteamericano de los años ´30. Licorerías, amores fugaces, bares, escapes de cárceles, tiros, carreteras, agentes del FBI… todo eso que vimos en esas series clásicas del mundo televisivo, ya incorporadas en las retinas toda una generación (la que transita entre los `30 y los 40 y pico).
Pero aquí lo que importa no es qué se cuenta, sino cómo, un detalle que no es menor en el mundo del arte. El qué es fácilmente reconocible: el mundo del hampa al que llega el delincuente como respuesta a un pasado de pobreza y carencias. El cómo es mucho más interesante: fiel a su perfil de humor, los actores que hacen más de una década que vienen a Mar del Plata eligieron el drama de una vida que realmente existió y la vistieron con teatralidad pura.
Provistos de unos pocos elementos escenográficos, de un telón que siempre es negro y de una caja que hace las veces de mostrador, púlpito y rejas, el trío “suda la camiseta”: eufemística y literalmente.
Los artistas pasan de un personaje a otro con la rapidez de un click: John Dillinger, sus amigos, sus novias, el juez, el policía, el ayudante del policía, el barman, el carcelero y otros tantos. Todos están dotados de características desopilantes, la mayoría de las veces con detalles que hacen foco en la voz y en la gestualidad. El trabajo sobre las voces es justamente un aspecto a destacar. Hasta se animan a cantar una canción folk sobre el escenario.
La música y la luz, que rota al sepia, ayudan a recrear el clima de época que vimos tantas veces en esos registros televisivos de nuestra propia niñez y que los actores citan con prolijidad en el exacto tono de aquellas traducciones.
Una pieza dinámica que los pone a prueba permanentemente y que por esos atributos positivos se ganó dos Estrellas de Mar: como mejor espectáculo humorístico del verano y Bustinza resultó ganadora en la categoría mejor labor cómica femenina. Ahora, lo que se viene es su desembarco en Capital Federal, de donde son oriundos los actores.